Puede gustarte lo que escribo o no, puedes identificarte con mis textos o no. Si algo te gusta, cógelo, pero pon la referencia de este sitio. Escribo para compartirlo contigo. Recuerda que lees mis palabras, no me las robes, no me robes.

sábado, 22 de diciembre de 2018

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Era imposible quererte, pero lo hice. 
No fue el primer día, ni el segundo. 
Fue el tercero cuando soñé contigo y supe que siempre te querría. 
Que pasase el tiempo que pasase, siempre me acordaría de ti. 


miércoles, 28 de marzo de 2018

Renacer.

Siempre he escuchado que cuando estás a punto de morir, ves pasar tu vida como si de una película se tratase. A mí me pasó al contrario. Mientras mi coche daba vueltas de campana, yo solo podía pensar en todo lo que me quedaba por vivir. En la película que aún no había sido rodada. 
Muchas veces creemos que lo tenemos todo bajo control, que podemos con todo, y eso es bueno, pero la vida igual que llega en un instante también se va sin que apenas te des cuenta. Yo, ahí sola en medio de una absoluta oscuridad, solo tenía clara una cosa: no quería morirme. Así que me agarré a la vida como pude. 
Después de ver el coche destrozado completamente, me dicen que ha sido un milagro que esté viva. Yo diría más bien que tengo una estrella conmigo desde que tengo 16 años. Mi ángel.
Suena a tópico que yo ahora diga que hay que vivir la vida al máximo, disfrutar cada segundo y no dejar "te quieros" para otro día. Pero es la verdad. Y es lo único que puedo decir después de sentir que la vida se me escapaba de las manos.


jueves, 2 de noviembre de 2017

Patriotismo hipócrita.

Amantes de la patria y la bandera española, os recuerdo que el Sáhara Occidental era la provincia número 53 de España. Sí, España. Os recuerdo también que fue invadida por Marruecos en el año 1975 y que llevan 42 años en el exilio, en campamentos de refugiados, mientras nadie hace NADA. Supongo que si os duele y os enfada que Cataluña se independice, os dolerá lo mismo que otro país nos arrebatase un territorio español. Digo yo, eh. Pero no, muchxs ni siquiera sabéis qué narices ha pasado con el Sáhara, a pesar de consideraros los más patriotas del mundo. Si realmente defendierais la unidad y grandeza de España, no daríais la espalda al pueblo saharaui. Lo que une y engrandece un país no es la cantidad de banderas que hay en los balcones, es el respeto, la tolerancia, la libertad. Es el diálogo, la generosidad, la comprensión. Permitidme que dude de la unidad de España tan de moda estos últimos días disfrazada de hipocresía. Porque sólo reclamáis y gritáis ante la independencia de Cataluña, y os quedáis calladxs ante el gobierno más corrupto de la historia de la Unión Europea. Ante los recortes en Sanidad y Educación. Ante la venta de armas a dictaduras como Arabia Saudí. No veo ondear banderas contra la Ley Mordaza o contra las agresiones ultraderechistas cometidas en Valencia el 9 de octubre, que por cierto, personas que propinaron palizas están en la calle mientras los Jordis están en la cárcel. Eso sí, escucho muchos argumentos de aplicar el 155 en favor de la democracia y la legalidad, pero justo esos mismos principios se os olvidan cuando en nuestra querida y amada España se trabajan más de 3,5 millones de horas gratis cada semana. Y os apunto que eso es ILEGAL. Y así me podría tirar horas y horas, mientras el pueblo saharaui lleva más de 40 años esperando que se cumpla la legalidad y que el Gobierno de España asuma su responsabilidad.



miércoles, 28 de junio de 2017

Querido refugiado sirio:


Me llamo Nuria Prieto Esteve, tengo veinticinco años y soy española.

Ojalá no tuviera que escribir esta carta. Ojalá no tuviera que decirte nada de esto.
Sin embargo, este mundo cruel en el que vivimos me obliga a decirte que “lo siento”. Siento en el alma que mi Europa os esté matando.

Estamos viviendo el conflicto más importante del siglo XXI por duración y consecuencias, y hasta ahora no hay atisbo de que se solucione pronto. Hablo en plural porque es un asunto que nos concierne a todos, aunque muchos traten de lavarse las manos y daros la espalda. Sé que cada día se amplía el número de personas que os veis forzadas a abandonar vuestra tierra para sobrevivir, porque hablando claro, lo que os espera si permanecéis en Siria es la muerte. ¿Cómo ibas a permanecer en un país lleno de múltiples bandos cargados de armas? ¿Cómo ibas a quedarte quieto después de perder a tu familia por un bombardeo? ¿Cómo ibas a no luchar por sobrevivir? La excusa barata es decir que no hay recursos para todos. Mentira. Ya que en el planeta hay recursos suficientes para que todos podamos vivir dignamente. Así que ten claro que los hipócritas que no te quieren dejar avanzar habrían hecho lo mismo que tú.  

Quiero que sepas que te veo y te leo; que te sigo en tu recorrido. Déjame decirte que te admiro por la decisión que tomaste de escapar y la valentía que supone semejante decisión. No puedo decir lo mismo de mi país, un país que ha vivido la crueldad de una Guerra Civil, que se denomina abierto y demócrata, y que tan sólo os ha acogido a mil personas. Un país que sale a la calle cuando el Real Madrid gana la liga pero que permanece parado ante las muertes de tantos seres humanos. Me da verdadera vergüenza.

La buena disposición de un país es clave si uno quiere realmente ayudar y sinceramente, España podría hacer mucho más. Por esto, también te tengo que pedir perdón. Al igual que por cada día bajo la lluvia. Por cada noche en el barro. Por el cansancio y el hambre. Por el frío. Por el sollozo de cada niño. Por el dolor en cada mirada. Por la desesperanza. Por haberos borrado las sonrisas. Por la desilusión. Por cada pelota de goma; por el gas lacrimógeno. Por la indiferencia. Te pido perdón por todo.

Supongo que, a estas alturas, nos miras sin entender nada, con una mirada tan fría como tus manos, pero ojalá pudiera mirarte a los ojos y decirte que no todos somos así, ya que a la mayoría no nos representan. Créeme cuando te digo que hay más gente buena que mala y que no todos los europeos queremos que os echen. No. Muchos os queremos aquí. El mundo es tanto tuyo como mío. Tu vida vale tanto como la mía. Y yo estaría encantada de hacerte un hueco en mi casa. De ayudarte a construir un nuevo hogar. De devolverte las ganas de soñar. De demostrarte que los europeos somos diferentes a la Europa que os están mostrando.

Lucha, aunque no tengas más fuerzas, sigue luchando. Te mereces una vida digna. Un futuro. No dejes que las fronteras maten tus sueños, no dejes que te convenzan de que no debes estar aquí. Tienes el derecho de buscar un futuro mejor para los tuyos y encontrar ese lugar en el que sentirte seguro.

Amigo refugiado, no nos guardes rencor ni odio. Lo que os están haciendo no va en nuestro nombre. Y sigue luchando. No te rindas.

jueves, 6 de abril de 2017

Querida Lola...


No sé quién eres y quizá nunca lo sepa, pero has aparecido cuando más lo necesitaba. Fíjate que me escribiste en enero, sin embargo yo te leí ayer. Sí, ayer, el peor día de mi vida en estos últimos siete meses. Y debo darte las gracias, porque por si no te lo imaginas, fue el único instante en que sonreí y pensé “ha valido la pena”.

Que nadie ni nada te robe la oportunidad de vivir un Erasmus.

martes, 22 de noviembre de 2016

Basta YA.

Vosotros, hombres, jamás sabréis lo que es tener que cambiar el camino de vuelta a casa porque la calle está demasiado solitaria. O porque hay algún/os hombre/s. 
Jamás sabréis lo que se siente al estar bailando en una discoteca y que te toque el culo/la espalda/el hombro un desconocido entre la multitud. O dos. O tres. 
Jamás entenderéis lo que supone fingir llamadas telefónicas cuando alguien camina cerca y despacio por detrás de ti y vas SOLA. O entrar en un portal ajeno fingiendo que es el tuyo porque te sientes indefensa ante no sabes quién o qué. 
Jamás sentiréis el miedo cada vez que un coche se para y pronuncia cualquier obscenidad, entre risas, como si hiciera gracia. Sí, las mismas obscenidades que vosotros llamáis piropos.
Nunca llegaréis a sentir ese MIEDO que sentimos día a día y que no debería existir. Que sí, que tampoco es para tanto pensaréis algunxs, ya que nos dejan entrar gratis a las discotecas, nos venden shorts que parecen bragas y los compramos, hacemos topless ante todo el mundo y lucimos piernas a todas horas. Pero, ¿y qué? Nos arreglamos y maquillamos cuando vamos a salir de fiesta, y a veces llevamos escotazos. O vestidos ceñidos. También nos pintamos los labios y nos emborrachamos. Follamos, hacemos el amor y nos masturbamos. Subimos fotos de nuestro día a día a las redes sociales. De fiesta, con amigas, en biquini, en la playa o la montaña. Con nuestro novio o con nuestro perro. Con morritos y gafas de sol. Sacando la lengua y levantando los brazos. Eso NO significa que estemos pidiendo a gritos que nos digáis elculoquetenemos/nospersigáis/nosvioléis.
Sí, hacemos todo eso que vosotros también hacéis y a nosotras se nos cuestiona. Porque luego todo es: 
Llevaba un pantalón muy corto. Iba provocando. La culpa es de ella por volver sola a casa. Se lo había buscado.

Hay mil maneras de piropear/acercarte a una chica que te gusta. Haciéndoos los machitos y los guays lo único que nos infundís es más MIEDO y REPULSIÓN.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Quédate.

Aunque cometa mil errores más.
Aunque sea difícil de creer.
Acaríciame el pelo y susúrrame al oído "estoy aquí".
Abrázame como si me fueras a romper y bésame como si nunca nos hubiéramos besado.
Aunque te cueste.
Aunque dudes.
Aunque tengas miedo.

Por favor,
Q U É D A T E.